Eso tuvo razones económicas y políticas. La guerra había
dejado al país en considerable ruina, pasarían dos años más después de
Carabobo para que realmente se consolidara la Independencia, la diatriba por el rompimiento con la
Gran Colombia, las revoluciones, el caudillismo y la Guerra Federal.
Aun así, hubo la temprana intención de hacerlo, y el
primer funcionario que intentó darle cumplimiento fue el Intendente del
Departamento de Venezuela, general de brigada Juan Manuel de Escalona
Arguinzones, quien a comienzos de 1825 contactó a las personas que a su
criterio podrían emprender dicha construcción.
Fue así como el Coronel de Ingenieros Francisco Avendaño,
el Alarife Primero de albañilería de Caracas, Agustín Ibarra, y un oficial
polaco, agregado al Estado Mayor de Páez, Miguel Rola presentaron al Intendente
por escrito sus diseños con memorias explicativas y observaciones acerca de su
viabilidad.
1) Francisco de Paula Avendaño y López de Brito. militar y
político, prócer de la Independencia y pionero del arte Litográfica en
Venezuela propuso una columna ática en piedra de 24 varas de altura. Con el
pedestal y fuste del orden Dórico, como medio entre los sólidos y delicados, y
la basa Ática o Aticurga, para evitar las dificultades en follajes y adornos de
otras órdenes, como el Corintio y Compuesto.
La dificultad de sus múltiples inscripciones se sortearía
realizándolas en bajo relieve “más fácil y menos costoso, y rellenándolas con
algún sulacre a propósito y algunos dorados quedarán de muy buen gusto,
permanentes e inteligibles” debido a que no había “artífice en capacidad de
llevarlo a efecto” en alto relieve.
2) José Agustín Ibarra, Alarife Primero y Maestro Mayor de
Albañilería de Caracas, propone en vez de su construcción en piedra, “hojas de
hierro como en otras partes se usan, de tres cuartos de pulgada de grueso” para
preservarla de los frecuentes temblores de tierra y abaratar los “grandes
costos en andamios, máquinas, etc” para su iluminación, formando escalas en lo
interior.
3) Miguel Rola Skobiski, oficial polaco, agregado al Estado
Mayor del General José Antonio Páez, se inspiró en “los monumentos modernos
consagrados para perpetuar la gloria de Los Vencedores". Su explicación hace
referencia a monumentos antiguos y propuso para la columna, un diámetro de doce
pies castellanos, una altura de un poco más de 160 pies. “Su solidez o
capacidad se acercará hasta 20.000 pies cúbicos de granito o mármol; el coste
de la edificación creo será cerca de 300.000 pesos”.
Ninguno de los tres proyectos remitidos por el
intendente Escalona al ministro del Interior José Manuel Restrepo, el 27 de
septiembre de 1825, fueron mandados a realizar por el Congreso debido a las
limitadas condiciones económicas.
Fuente: Carabobo, generación de héroes: sesquicentenario
de la Batalla de Carabobo, 1821-1971
Excelente. Una verdadera primicia. Datos desconocidos por lo menos para el 99,99% de los carabobeños.
ResponderBorrar